lunes, 8 de febrero de 2010

El ataque mayor

Y aquí aparece mi ataque de pánico mayor: en los requisitos publicados en la página del ayuntamiento, dice que los análisis clínicos no deben exceder los quince días de expedición. Ajá, quince días. Muy bien. Luego me puse a pensar: es una dependencia del gobierno, ¿son días naturales o días hábiles? Ya habíamos decidido qué día queríamos casarnos, el punto era si alcanzaríamos lugar el día que queríamos. Por si todo esto fuera poco, tuve una gripa fulminante y fue justo ese día, cuando llegué al mundo por ahí de las cuatro de la tarde, que me dio el ataque de pánico. ¿Y si había desperdiciado esa mañana de día hábil para ir a preguntar si había lugar el día que queríamos? ¿Y si no alcanzábamos? ¿Qué día íbamos a elegir?

Como ese día realmente ya no podía hacer nada, traté como mejor pude, de calmarme. Mi novio me decía que no me preocupara, que igual podíamos cambiar el día. Pero en ese momento lo único que veía era que por una omisión en los requisitos publicados, el día que habíamos elegido, no iba a poder ser... me agobié, me entristecí, me enojé y sobretodo tuve el ataque de pánico. Ya más calmada, esperé al siguiente sábado y fui personalmente a pedir la hoja de requisitos. Ahí ya se especificaba que tanto los análisis como el certificado médico tenían una validez de quince días naturales... bueno, eso quería decir que teníamos que hacerlo todo ya, en ese momento, en ese instante... afortunadamente el día anterior (viernes) ya habíamos ido a hacernos los análisis. Todo caminaba.

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