lunes, 1 de marzo de 2010

Un día antes

Una vez que conseguimos el vestido y los zapatos, sólo quedaba comprar lo que hacía falta para la comida. Mi tía nos llevó al super y compramos provisiones (de hecho, un paquete de palomitas todavía está aquí en la casa). Dejamos el vestido y los zapatos en la casa de mi mamá y llevamos el resto a casa de mi abuela, donde sería la comida. Además, a mi mamá le hacía falta pintarse el pelo... llegamos y todo estaba más o menos tranquilo, yo era la que me sentía "rara". Era como si no acabara de creerme lo que iba a pasar, como si esperara que las cosas fueran diferentes por alguna razón... no sé, tal vez esperaba más solemnidad de parte de mis consanguíneas, el caso es que no pasó nada. Nada fuera de lo ordinario: cenamos, le pintaron el pelo a mi mamá, regresamos a la casa y ya, era la noche previa. Mi novio dormiría ya en nuestra casa, porque está más cerca del registro civil que la casa de su mamá, para que no lo agarraran las prisas. Así que la primera noche que estuvo habitada nuestra casa, estuvo él solo. Raro. Y no podíamos platicar por nuestro medio habitual (el facebook) porque todavía no había internet. Así que además fue la primera noche en que no hablamos hasta casi quedarnos dormidos juntos. Y lo extrañé. Sola me preparé para mi última noche en mi casi deshabitado cuarto y me dormí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario