miércoles, 8 de marzo de 2017

Americanah

Para el reto Yo soy lector de este mes escogí este libro: una mujer africana escribe sobre una mujer africana en Estados Unidos y luego de regreso a su ciudad natal.

En noviembre leí Todos deberíamos ser feministas, el libro de la charla TED que dio la autora. Me gustó mucho y desde entonces tenía la intención de leer una de sus novelas. Me decidí por esta y me gustó aunque no al cien por ciento.

Es una historia de iniciación, de descubrimiento y de amor. Las dos primeras características se relacionan con el paso de la juventud a la adultez y son narradas ágilmente. Sin embargo la tercera no me acaba de convencer: el amor de la pubertad-adolescencia es efímero pero luego vuelve: no se sabe si el brillo es real o nada más el recuerdo. Me disgustó que en el desenlace en lugar de centrarse en su vida profesional o privada individual, se centra nada más en si tiene o no pareja: al final sigue siendo un "y vivieron felices para siempre". Hubiera preferido que no le dieran tanta importancia a su relación amorosa y que continuaran con el tema de la personalidad, de la búsqueda de la profesión y del ser mujer africana.

Algo que me molestó mucho es que se deja de lado al primo pequeño: parece que nada más lo toma como pretexto para retrasar su viaje de regreso a Lagos, con el consiguiente suspenso en la historia de amor. En un par de párrafos lo borra del mapa y no sabemos qué pasó con su situación mental.

La historia de superación de Ifemelum es a ratos poco verosímil pero pasa dentro de los límites de la ficción. A pesar de ser ella la protagonista, Zeta y su viaje de frustración a los Estados Unidos me parecer mucho más conmovedor y verosímil, si bien tampoco se explica cómo mejoró su situación al volver a Lagos.

Finalmente, la extensión me pareció excesiva: unas 50 páginas menos hubieran permitido un mejor ritmo a la historia.



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