viernes, 9 de junio de 2017

La amiga estupenda

Empecé a leer esta novela hace unos meses y no me atrapó. Lo dejé descansar y lo retomé. Cuando me pasa eso, vuelvo a empezar la historia, pero en este caso decidí seguir donde lo había dejado y funcionó: pude seguir leyendo sin complicaciones, incluso me interesó mucho más que antes.

No estoy segura cuál es el factor que logró que pudiera leer ya de corrido esta novela, lo que sí sé es que mi simpatía por las protagonistas oscila de la una a la otra casi con tanta facilidad como entre ellas el afecto. Supongo que el principio me pareció difícil de creer por las situaciones que atraviesan las niñas pero luego ya en la pubertad todo empezó a tener sentido.

A pesar de que las dos amigas en apariencia son las dos caras de la misma moneda, a mí me parece que son complemento una de la otra, simplemente que una externa más que la otra ciertos rasgos, lo que provoca que el resto de los personajes las catalogue como opuestas: una buena y otra mala.

Prefiero las partes en las que ambas aparecen, ya sea como espectadoras o como provocadoras de la acción. Me gusta que la narradora sea Lenú porque así usamos sus ojos para conocer a Lila/Lina, quien es un misterio para todos (incluso ella misma) hasta que habla con su amiga y entre las dos comprenden lo que está pasando.

En cuanto a los personajes secundarios los divido en dos: los contemporáneos a ellas (los jóvenes) y los padres (los adultos). Ninguno de los dos grupos las comprende a cabalidad, sin embargo creo que con los jóvenes es con quienes pueden ser más naturales.

Obviamente el final me llevó a leer el segundo volumen con tal de enterarme de la reacción de las amigas.


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